En la Semana de la Fundación IKEA, verás un rayo de esperanza que puede servirte de inspiración. Durante el programa de eventos de una semana de duración, podrás participar en actividades en línea y conocer historias sobre cómo la Fundación IKEA está ayudando a familias y niños de todo el mundo para ofrecerles un futuro más prometedor. Haz clic aquí para obtener más información.

Una rayo de esperanza para emergencias

Conoce a Merveil, un empleado de Médicos Sin Fronteras de la República Democrática del Congo que desea aportar su granito de arena para cambiar el mundo. Merveil fue testigo de un conflicto armado de niño. Hoy trabaja como supervisor logístico para la organización humanitaria, que proporciona asistencia médica a personas vulnerables que suelen habitar en lugares remotos.

Una rayo de esperanza para la energía renovable

Conoce a Spoorthi, una estudiante india que, con la ayuda de la energía renovable, aspira a un futuro más prometedor para ella y para su familia. Spoorthi vive en un pueblo donde la SELCO Foundation ha montado una instalación de energía renovable; dicha organización recibe ayuda de la Fundación IKEA para ofrecer a la gente un futuro más prometedor.

Una rayo de esperanza para la agricultura sostenible

Conoce a Evelyn, una agricultora keniana que cultiva café y lucha por garantizar un futuro sostenible para los agricultores y la tierra que cultivan. Evelyn recibió formación por parte de Rainforest Alliance, una organización que recibe el apoyo de la Fundación IKEA y cuya misión es ayudar a los agricultores a utilizar prácticas de cultivo sostenibles que restauren y protejan el paisaje, al tiempo que mejoran los ingresos.

Una rayo de esperanza para el aire limpio

Conoce a Jane, una activista que pretende que todos podamos respirar aire limpio. Jane es la fundadora de Clean Air Fund, una organización que recibe el apoyo de la Fundación IKEA y cuya misión es mejorar la calidad del aire para las comunidades de todo el mundo.

Un rayo de esperanza para los refugiados

Conoce a Aya, una exrefugiada que, a los 16 años, tuvo que marcharse de Iraq, un país devastado por la guerra. Ahora, Aya es delegada juvenil de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados que la Fundación IKEA apoya para que las personas como ella puedan aspirar a un futuro más prometedor.